Recuerdo que cuando empecé en el mundo del trading me pasaba horas y horas “disparando” a todo lo que se movía. Pensaba que cuanto más tiempo pasara delante de la pantalla más beneficios iba a obtener y más trades ganadores iba a conseguir. Recuerdo que intentaba coger las subidas, las bajadas y hasta quería intentar aprovechar cuando el mercado estaba lateral.
Ese fue uno de los errores más grandes que he cometido en mis inicios, lo que supuso un gasto de energía innecesario y un estrés mental que no se veía recompensado con las ganancias obtenidas.
Muchos días obtenía beneficios con las primeras operaciones abiertas en la mañana, pero como seguía tradeando, terminaba devolviendo al mercado todo lo ganado y así una y otra vez, hasta que me dí cuenta que era un error sobreoperar, que debía estar delante de las pantallas el menor tiempo posible.
Descubrí que debía llegar, coger unos pips o puntos e irme, y no debía estar todo el día esperando cualquier mínima oportunidad que surgiese.
Aprendí a esperar paciente la señal de mi sistema, durante el horario que establecí en mi plan de trading y, una vez cumplido ese horario, aprendí a apagar las pantallas y a irme a disfrutar del sol.
Y recuerda:
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